El mostrador de Hertz era fácilmente localizable porque el aeropuerto de Bérgamo es pequeño. No hubo problemas y el coche estaba disponible y listo. No cogimos seguro extra, entre otras cosas porque el hotel donde íbamos tenía un parking exterior, que aunque no era vigilado nos daba mayor sensación de seguridad.
El coche era un Fiat Grande Punto de gasolina muy bien equipado (aire, CD, radio, elevalunas eléctricos, apertura remota maletero…). El precio del alquiler fue de 109’74 € por el período del lunes 3 de septiembre de 2007 a las 18’00 horas al viernes 7 de septiembre de 2007 a las 10’00 horas, incluía el CDW y el TP (Seguro por daños a terceros y por robo). Tenías que devolver el coche con la misma gasolina que te lo daban (lleno, con lo que la gasolinera en la que tenías que rellenarlo tenía que estar cerca del aeropuerto porque si no estaba lleno te cobraban no la diferencia sino todo el cargo de la gasolina, ya os contaré como nos arreglamos)
Una vez recogida la documentación del vehículo un minibús te traslada hasta el aparcamiento de los coches de Hertz, el minibús sale cada cinco o diez minutos. En el aparcamiento le das la documentación a otros empleados de Hertz y te dan las llaves. Tienes que revisar el vehículo por si hay algún desperfecto anterior. En nuestro caso el retrovisor del conductor había perdido una pequeña pieza de plástico, se lo hicimos saber a los empleados y consignaron en el documento el daño mediante una "x" y una firma.
Como tenemos un móvil que admite GPS con el Tom Tom Mobile conectamos el móvil al encendedor (llevamos el alimentador) y encendimos la antena externa. Antes habíamos puesto la dirección del hotel en el GPS en Valladolid, antes de salir y habíamos buscado los radares de Italia en la web de Kachoperro (enhorabuena por tu página)http://personal.telefonica.terra.es/web/kachoperro/
El Tom Tom nos condujo perfectamente sin pérdida alguna.
La carretera sale del aeropuerto de Bérgamo y llega a Venecia, es una autovía de tres carriles en cada sentido con un tráfico impresionante, el firme esta en muy buen estado y si pones el limitador del Fiat Punto a 130 Km. se hace en unas dos horas. El tráfico es muy denso (como la entrada a Madrid por la A6 cuando estás llegando pero así prácticamente los 200 kilómetros. El truco es ponerte en el carril del medio y darle caña, sólo salirte hacia el de la izquierda para adelantar y volver al carril central, nunca ponerte en el de la derecha porque va repleto de camiones e intentar anticipar las maniobras, sobre todo cuando ves que un camión se pasa al centro para adelantar.
Como es Autopista hay que pagar a la Societá delle Autostrade di Venecia e Padova, es decir que hay que pagar el peaje. Ida 10’30 €.http://www.autovepd.it/ (tiene camaras para ver el tráfico).
El día fue espléndido pero llegas ya de noche a Venecia porque cuando quieres salir del aeropuerto eran las 18’30 horas.
El paisaje es bonito, las ciudades no se ven porque la autopista las bordea (Verona, Papua) y el lago de Gharda tampoco lo ves.
Sin parar el coche tomamos unos emparedados, o sea sándwichs, galletas rellenas y agua que llevábamos en el equipaje de mano desde Valladolid.
Como el coche te lo dan a tope de gasolina no tuvimos que parar.
El hotel era el Elite Hotel Residence http://www.elitehotel.it/, no estaba en la propia Venecia, estaba en Mestre que es la ciudad dormitorio de Venecia. El Hotel estaba en Vía Forte Marghera 119, se llega muy bien con el coche y tiene un aparcamiento exterior cerrado por una vallita con las plazas delimitadas por marcas. Ese aparcamiento es gratuito y el coche queda prácticamente a la vista de la recepción. El pago lo hicimos el día de la salida con tarjeta Mastercard (Euro6000 de Caja Duero).

La habitación era para los cuatro, el coste de las cuatro noches fue de 560 € con el desayuno buffet incluido.

El baño estaba bastante bien. Había una cocina por la que tenías que pagar 40 € si la utilizabas. Tenía microondas donde podías calentar lo que fuera sin tener que pagar los dichosos 40 euros. Tenía televisión con canales italianos.
La distribución era un salón donde estaba un sofá cama doble, amplio pero algo incomodo y luego apartado un dormitorio sin puerta con otras dos camas individuales. En el salón estaba la cocina y una mesa con cuatro sillas para cenar, etc. la habitación tenía también dos armarios empotrados y una terraza.
De noche no había ruido alguno, la temperatura era buena y la habitación estaba limpia. En resumen bastante bien.
Elegimos Mestre porque un hotel similar en Venecia nos salía por el doble, porque aunque uno quiera disfrutar de la noche en Venecia no tiene problemas porque tanto los Vaporettos hasta la Plaza de España como los autobuses desde allí a Mestre también tienen servicio nocturno y porque el coche en Venecia no hay donde meterlo. Con lo que nos ahorramos en hotel pagamos prácticamente el resto del viaje y además el hotel estaba muy bien.
Esa noche, con el mapa de Mestre que nos dio el recepcionista nos fuimos a buscar un sitio para cenar, a unos trescientos, cuatrocientos metros empezaba la zona donde se podía cenar.
Mestre tiene una zona peatonal no muy grande con una plaza bastante bonita muy antigua , una torre medieval, y algún otro monumento. (Como era de noche no tengo fotos, sorry)
Aunque con el Google Maps había buscado varios restaurantes (uno donde había estado cenando Julia Roberts) y aunque en Mestre hay bastantes restaurantes, decidimos no complicarnos mucho la vida y entrar en el primero que nos pareciera curioso y económico (AVISO PARA NAVEGANTES, quién espere lujo en nuestro viaje que cambie de página, somos una familia media de cuatro unidades por lo tanto, no somos rácanos y nos gusta comer pero tampoco entramos en un sitio sin antes mirar los precios de la carta o menú).
Llegamos a la plaza peatonal (el centro histórico) y según miras la torre medieval, a la izquierda salía como una bocacalle, en la esquina había una heladería, allí encontramos una Osteria, se llama Osteria del Lupo Nero http://www.luponero.com/ (Osteria del lobo negro), La Gioia Srl- Vía G. Ferro, 21. El caso es que era un pequeño restaurante con madera, vidrieras, una especie de reservados en los que estaban las mesas (parecían compartimentos de vagón de tren pero sin cerrar), entramos porque en la puerta ponían la carta o algunas sugerencias y parecían baratas.
Pagamos 1’20 € por cada coperto (cubierto) (en casi todos o todos te cobran el coperto aparte).
Pedimos un Piatto Misto di Cicche (6’80 €), una especie de surtido de especialidades (croquetas, salchichas, guiso de alubias, calabacín, etc.) estaba bueno.
Los niños tomaron Pasta Pomodoro (6’20 €) que compartieron, una pasta con tomate natural (no me acuerdo del tipo de pasta pero no eran spaghetti), mi mujer tomó Pasta Ragú (6’40 € ), pasta a la bolognesa, pasta con carne y tomate. Las pastas estaban muy bien y eran abundantes. Yo tomé Bigoli in Salsa que es como uno spaguettis gordos, la salsa era de pescado, típica de Venecia, la verdad es que estaban muy buenos.
Por una botella grande de agua pagamos 2’20 €.
En total 33’80 € por los cuatro (8’50 € por cada uno).
Buen sitio, bonito, muy bonito y no nos pareció excesivamente caro. Por cierto, a la entrada había un sitio donde poder comer cosas de pié en plan tapas o aperitivos.
Al salir volvimos a la plaza peatonal y fuimos hasta la torre medieval, seguimos recto hacia una calle también peatonal donde a mano izquierda había más restaurantes y a mano derecha (enfrente de la pizzeria Garibaldi) http://www.grom.it/ita/dettagli_gelateria.php?id_gelateria=22&città=Mestre un local con gente haciendo cola, miramos lo que era y descubrimos una heladería, la gente salía comiendo unos helados de cucurucho o de tarrina con una pinta buenísima, así que nos pusimos a la cola. Los helados estaban cada uno separados en una especie de lechera metálica con su propia tapa y su propia cuchara para que los sabores no se mezclen. El precio era el mismo que en España y estaban muy buenos. Me fui de Venecia con lástima por no haber vuelto otra vez a la heladería (como vereís en su página tienen por muchas zonas de Italia). AH!, si pedías el helado con panna (nata) te servían encima un copete de nata helada que estaba buenísima.
De allí al hotel.
DIA 2 VENEZIA
Nos levantamos y bajamos a desayunar. El desayuno correcto, tipo buffet, con cereales, cruasanes, tostadas, zumo, leche, café (a los niños les dieron galletas de chocolate), no era de lujo pero te llenabas el depósito.
Desde el hotel, por la misma acera pero hacia el centro, hacia donde habíamos ido a cenar el día anterior, te encontrabas con un punto de venta de la ACTV (transportes de Venecia http://www.actv.it/, ) allí sacamos cuatro billetes de cuarenta y ocho horas a 25 euros cada billete que te dan derecho a montar todas las veces que quieras en cualquier autobús o vaporetto. En los autobuses nadie nos pidió el billete pero en el vaporetto en alguno nos lo pidieron al montar, sobre todo en los de la plaza de San Marcos.
Mi consejo particular es usar este billete o el de 24 o el de 72 horas, dependiendo del tiempo que vayáis a estar. Nosotros andamos pero también usamos mucho los vaporettos para evitarnos paseos innecesarios, además lo bonito de Venecia, lo que no hay en otro lado es el agua, y es que cada viaje simple del vaporetto es caro, muy caro, (creo que eran unos seis euros, pero buscarlo en la página web y lo comprobáis vosotros mismos). Hay gente que recomienda echar cara y no sacar nada, a lo mejor os sale bien y nadie os lo pide, pero si os lo piden, que vergüenza, y nosotros con niños preferimos ir de legales.
Total, que en frente del punto de venta, cruzando la plaza, en unos soportales estaba el autobús que te lleva directo a Venezia en unos 15 minutos. (en la página Web de ACTV están los recorridos de cada autobús, la plaza se llama 27 de octubre). Al montar en el autobús picamos el billete, después no había que volverlo a picar, era el 4 de septiembre a las 10’14 horas.
El autobús te deja en la plaza de España (Piazza de Spagna), desde allí salen vaporettos para la plaza de San Marcos a través del canal central y bordeando la isla por fuera hasta Santa María la Mayor y de allí a la Plaza de San Marcos.Decidimos coger el Vaporetto que te lleva por el Zattere hasta Santa María la Mayor. Es muy curioso porque pasas por el puerto comercial donde descargan todos los productos de los camiones y los cargan en barcos pequeños para distribuirlos (ves desde barcos con papel higiénico, barcos con refrescos, con mesas y sillas , etc.) luego pasas por el puerto donde llegan los cruceros con barcos inmensos, pasas por el casino
(antigua fábrica de telas de un español llamado Fortuny http://es.wikipedia.org/wiki/Mariano_Fortuny_y_Madrazo) y luego llegas hasta Santa María la Maggiore que está enfrente de la plaza de San Marcos.
Desde la Iglesia coges otra vez el Vaporetto hasta la plaza de San Marcos.
Nos dimos una vuelta por los soportales, estuvimos viendo el espectáculo de las palomas, vimos los cafés prohibitivos, la fachada del Ayuntamiento, etc.
Desde allí, mapa en mano (mapa que pedimos en España a la entidad de turismo de Italia en España por correo electrónico) y guía (que cogimos prestada en la biblioteca) nos zambullimos a callejear por la calle Mercerie, que sale detrás del Ayuntamiento, y luego a las calles estrechas pararelas y verticales a la Calle Larga S. Marco, todas ellas llenas de tiendas con máscaras, cristal de murano, antigüedades, etc., también restaurantes y puestos de comida rápida.
Nos encontramos con dos actores españoles (Ramón Langa y otro) y no les dijimos ni “mu”, que para internacionales nosotros. Por cierto nos los encontramos dos veces en una hora y media porque de tanto callejear acabas volviendo al mismo sitio.
Luego nos fuimos desviando hacia la derecha hasta llegar a un canal más ancho que continuamos orillando de vuelta hacia la plaza de San Marcos, llegamos al Campo SS Fil. e Giacomo y allí comimos en la Trattoria Alla Rivetta. Estaba llena, las mesas son pequeñas, el servicio rápido. Pedimos pasta para los niños, dos entrantes, hígado a la veneciana con polenta para mi esposa y calabacín relleno para mi, y luego un postre, vino y agua, en total 75 euros. Se comía bien y cosas típicas de Venezia, pero ojo, porque he visto un post de unos españoles a los que al parecer les estafaron.
Un poco antes de la hora de cenar italiana, que es entre las siete y las nueve, volvimos a coger un Vaporetto hasta el Dorsoduro, paseamos por el Zattere
Empezó a lloviznar y entramos a cenar en el restaurante que yo había elegido en España por Internet.
¿Y de comer?
6 € por el coperti de los cuatro.
6’90 € por la pizza Ae Oche, 6’90 por la pizza Biancarosa, 5’50 por la pizza Prosciutto (con jamón serrano o algo similar y nata (panna)), y por el agua de 75 cl 2’30 más 3,31 por el servicio, total 30’91 € por los cuatro. Las pizzas buenísimas pero quizá demasiado grandes, con las tres pizzas comimos los cuatro y encima nos sobró. Al final el restaurante se puso de bote en bote (20’32 horas pone la factura) porque van a cenar mucho los propios italianos.
Después de cenar cogimos otro Vaporetto que nos llevó a la Plaza de España pasando por San Marcos, eso sí, no tuvimos la precaución de bajarnos en San Marcos y coger uno de los que van más directos con menos paradas. Este paraba en todos los sitios y nos metimos tres cuartos de hora de vaporetto, luego el autobús que en un suspiro nos dejó a un paso del hotel y a dormir.
DIA 3 VENEZIA
Desayunamos muy bien en el Hotel y volvimos a coger el autobús, una hora antes que el día anterior.
Del otro lado del canal, enfrente del mercado está un palacio muy bonito que se puede visitar pagando y a diferencia de otros viajes este no entramos en ningún monumento o museo en el que hubiera que pagar.
Por la calle adyacente al palacio (la que esta al lado, para entendernos) se llega a una calle bastante comercial y animada que para un lado te lleva a Cannaregio y por la otra te devuelve al puente de los suspiros (el de que todos conocemos de Venecia). Allí en una tienda Segio Tacchini compramos un jersey de punto de ¡Sorpresa!, Sergio Tacchini por 32’45 € muy bonito. (tienda Sergio Tacchini Beat Generation, Cannaregio 3942).
Ojo al dato, en Venezia los números no se ponen por calles sino por barrios por lo que te encuentras números como el que os acabo de indicar e incluso más altos.
Cuando el hambre apretó un poco más nos paramos en el primero que nos pareció un poco más decente, se llamaba Taverna l’Olandese Volante, Barrio Castello, San Gio 5.658, abierto de 10 a 24 horas. Era una Taverna Pub, que tan pronto la gente se tomaba algo como comía.
Nos tomamos 1 Piatto Panini (un plato con tres bocadillos bastante curiosos) por 18’00 euros, Otro Panini distinto por 3’70 y un Piatto del día por 7 € (no me acuerdo ni de lo que era), además otros dos panini pequeños a 1’30 cada uno. Los cubiertos los pagamos a 1’10 y yo tomé un Spritz de aperitivo (1’80 €) de Aperol, que es el más dulce, una Lattina a 3’20 (no me pregunteis que es que no me acuerdo, no se si es un postre o una bebida, aunque como en la factura no veo más bebidas supongo que es una bebida) por último me tomé un café de 2’20 €. En total 42’90 € por los cuatro. Comer comimos y el sitio no estaba del todo mal, nos pasamos un buen rato y el Spritz era barato. Recomendarlo no lo recomiendo pero tampoco es para ponerlo a caer de un burro.
El Spritz yo no lo había probado en mi vida pero leí un artículo sobre Padua y el Spritz y después de probarlo puedo decir que lo he incorporado a mi repertorio de rarezas y manías (es una especie de Vermouth que pude ser Aperol (más dulce) o Campari (más amargo) con agua de seltz o soda y no se que más tendrá, con una rodajita de naranja, está bueno, la verdad).
Después de comer nos fuimos paseando hacia Campo S. Marguerita donde compramos algo en el Chiosco Edicola en Giuseppe Mazzarolo que nos costó 2’40 €. Eso si no me preguntéis que era porque no tengo ni idea.
Ese mismo día compramos en el Sestriere di Castello 5630 en Giulia’s regalos y cosas similares pro valor de 40 € (collares, anillos, broches y sus colgantes, todos de cristal de murano).
Paseamos también por San Polo y compramos algo por 12’40 € en la Profumeria Zanon, visitamos varias iglesias gratuitas, nos tomamos un café en una terraza enfrente de la opera, estuvimos en la sede del festival de Venecia, con su alfombra roja y todo (que por cierto se celebra precisamente en esa semana y en los periódicos gratuitos todos los días hablaban de ella. El italiano casi se entiende cuando lo lees, o al menos eso creo, porque a saber lo que yo entendí y lo que los periódicos dirían).
Por último cogimos el Vaporetto que vuelve más directo de San Marcos a la Piazza de Spagna y nos bajamos en Cannaregio (no me acuerdo de la parada) para ir a cenar otra vez a otra Pizzería Ae Oche que está en Santa Lucía, Cannaregio 158/A. Al lado había un Breck o Beck o algo similar que es una cadena de comida barata pero finalmente decidimos repetir.
Esta vez pagamos los 6 € del coperti, una Insalata N II-12-13-14 por 7’90, unos Spaghetti Alla Carbonara por 6’50 € y una Apetitosa por 6’90 €, más 2’30 por el agua de 0’75 y 3.55 por el servicio. En total 33’15 € y otra vez como el día anterior, todo estaba muy bueno y abundante, otra vez con tres platos cenamos los cuatro y nos sobró.
Este día acabamos de cenar a las 21’50 horas y comprobamos una verdad como un templo. Que en Venecia a partir de las 21 horas no queda ni cristo. Es como una ciudad fantasma, sólo hay gente en San Marcos y en la plaza de Spagna mientras coges el autobús, el resto desierto o semidesértico. (me imagino un paseo por las calles estrechas de Castello o de Dorsoduro o San Polo a esas horas, de romántico nada, más bien algo de yuyu).
Al día siguiente nos tocaba otra cosa porque ni el Lido nos parecía interesante ni ir a Murano, porque el cristal estaba por todas partes y en algunos sitios lo hacían en directo y lo veías desde el escaparate sin necesidad de ir a la isla. En fin para gustos están los colores.
DIA 4 PADUA Y VICENZA
Tras el desayuno y con la ayuda del Tom Tom Mobile del móvil (entre mi facilidad para perderse y lo complicadillo, sin el no habría sabido salir) pusimos dirección a Padúa o Padova que está en la misma súper autopista que te lleva a Bérgamo y Milán. Pagamos 1’70 € por el peaje de Mestre a Padova Este.
Aparcamos en un parking público al aire libre pero cerrado en el que cuando vas a salir tienes que poner el número de matrícula, te enseña una foto y si es tu coche, pagas y ya puedes ir a por el coche para salir, al acercarte te identifican y se abre la valla sin que tengas que poner el ticket. (curioso, la verdad).
Pero nosotros no lo vimos más que por fuera, en lugar de eso fuimos al mercado del palacio de la razón (palazo de la raggione) donde ponen un mercadillo
Estuvimos viendo también el Duomo, que es un poco feo, nos tomamos un spritz en las terrazas que dan al Duomo y luego fuimos a ver la Basílica de San Antonio de Padua, http://www.basilicadelsanto.org/ que aparte de ser también gratuita es grandísima y muy bonita, con un claustro precioso.
En fin, no somos practicantes, pero como casi todos los españoles nos definimos como católicos y en un sitio de estos te embarga un poquito la espiritualidad.
Bueno en Padua comimos en la calle que la cruza y pasa por el café anteriormente citado, es decir en la calle principal pero ya cuando pasas la zona más monumental y comercial. Se llama el Otium Café Food and Beverage, Vía Roma 69,.
Por el Coperto pagamos 4 €, el Agua de litro y medio 2’50, pizza de prosciutto y fungí 6, Lasagne de Ragú 4’50, Spaghetti 4’50, Garganelli 4’50 y fanta piccola 2’40. En total 28’40 €. No era un lujo pero comimos bien.
Claro, si comes como en España con postre y café la broma se dispara en todos los sitios pero donde fueres haz lo que vieres. El postre un helado a media tarde y el café cuando paras a reposar los pies.
Volvimos a coger el coche nos incorporamos a la super autopista y fuimos a Vicenza, Peaje 1’30 €.
Vicenza es muy pequeñita, en dos horas como mucho se ve toda.
También se pueden visitar otra serie de obras de Palladio, de las que podéis hallar imágenes en http://www.eviajado.com/general/el-sueno-de-andrea-palladio-en-vicenza.html pero este viaje no estaba previsto que fuéramos a pagar ni un solo euro por ver monumentos así que los vimos todos desde el exterior.
Nos tomamos unos helados en una terraza a mano derecha según subes calle arriba hacia la muralla medieval.
Después de ver Vicenza volvímos a coger la Autopista de vuelta a Mestre.
Echamos 37’20 € de gasolina a las 19’50 horas en Distributore AGIP Arino Sud, (supergasolinera) y a las 20’02 salíamos de la autopista en Venezia Mestre después de haber pagado 3’20 e de peaje entre Vicenza y Mestre.
Llegábamos bastante fundidos porque los tres días de paliza ya se notaban, aparcamos el coche, nos pusimos el pijama y decidimos cenar en el hotel, bajé a recepción, con el vaquero y una chaqueta por encima y preguntamos si podía decirnos alguna pizzería que sirviera al hotel, nos dio dos folletos y nos dijo que cualquiera de las dos eran buenas.
Llamé a la Pizzería Ai Sapori S.N.C. de Vía Roma 13, Mestre, Tel 041/5318856 y pedimos una pizza de jamón, queso y tomate por 6’90 con tomate natural y una pizza calzone de bacon y atún (me parece recordar) por 7’40 € que nos subió directamente a la habitación el de las pizzas. Estaban calientes y la salsa de tomate de la calzone te la dan en un recipiente de albal. Comimos los dos niños y yo porque mi mujer de lo cansada que estaba no tenía ganas de cenar.
DIA 5 VENEZIA VALLADOLID VIA BERGAMO
Madrugamos, un café rápido de cafetera en la recepción, pagamos y autopista a Bérgamo (10’70 € de peaje), llegamos a las 9’14 horas a la salida de Bérgamo (salida 648), o sea que salimos a las 7 de Mestre (ya es de día, amanece pronto y anochece muy pronto). El Avión salía a las 12’15 horas y preferimos llegar con tiempo.
Cogimos la calle en dirección a Bérgamo ciudad y preguntamos por una gasolinera (el coche había que devolverlo lleno) nos indicaron una a la derecha de donde estabamos, rellenamos y el de la gasolinera, muy amable, nos indicó como ir al aeropuerto sin pérdida. Llegamos directamente al parking de los vehículos de alquiler donde había que devolver el coche. Lo devolvimos y el microbús nos llevó al aeropuerto propiamente dicho.
Desayunamos en el aeropuerto, clavada al canto, y vuelta a Valladolid.
Cuando llegamos a Valladolid mi suegro nos estaba esperando y fuimos a comer a la Bodega la Sorbona en Fuensaldaña, donde comimos 1 ensalada 5 €, dos de bacalao 26 €, un Rabo 12 €, 2 bistec para los niños 18 €, 2 (no entiendo lo que pone la factura) 12 €, 5 € por un café y un postre y 11 € por pan, agua, etc, total 89 € por los cinco y la comida normalita en cuanto a calidad y cantidad, toma para que nos quejemos del extranjero.