Para empezar y aunque ha pasado bastante tiempo intentaremos recordar lo que fue el viaje de Valladolid a Venecia que hicimos en septiembre del 2007.
En este caso la tripulación estaba formada por cuatro marineros, papá, mamá y los dos churumbeles que entonces tenían 9 y 6 años.
El vuelo de ida salió el 3 de septiembre de 2007, su número era el 4622, la salida a las 15'05 horas y se llegaba al aeropuerto de Bérgamo a las 17'30 horas. Costó 40 € ida vuelta por persona, otros 24 € nos los cobraron por utilizar la tarjeta de crédito para el pago (como si se pudiera utilizar otro sistema) y para más inri pagamos 12€ en el viaje de ida por tres kilos de exceso puesto que entonces aún se tenía derecho a un bulto por persona en la bodega cuyo peso no excediera de quince kilos y el problema era que no se compensaba el peso entre un viajero y otro, así los niños no llevaban equipaje pero el exceso no se les atribuía a ellos. Con las prisas optamos por pagar el suplemento cuando seguramente nos podíamos haber dedicado a sacar las cosas de la maleta y meterlas en bolsas de plástico como equipaje de mano, el caso es que por no montar el espectáculo pagamos el pato del exceso de equipaje. Además de todos estos gastos nos cobraron 136 euros de tasas por lo que el viaje de ida y vuelta realmente salió por 212'36 € los cuatro.
Una vez recogida la documentación del vehículo un minibús te traslada hasta el aparcamiento de los coches de Hertz, el minibús sale cada cinco o diez minutos. En el aparcamiento le das la documentación a otros empleados de Hertz y te dan las llaves. Tienes que revisar el vehículo por si hay algún desperfecto anterior. En nuestro caso el retrovisor del conductor había perdido una pequeña pieza de plástico, se lo hicimos saber a los empleados y consignaron en el documento el daño mediante una "x" y una firma.
Como tenemos un móvil que admite GPS con el Tom Tom Mobile conectamos el móvil al encendedor (llevamos el alimentador) y encendimos la antena externa. Antes habíamos puesto la dirección del hotel en el GPS en Valladolid, antes de salir y habíamos buscado los radares de Italia en la web de Kachoperro (enhorabuena por tu página)http://personal.telefonica.terra.es/web/kachoperro/
El Tom Tom nos condujo perfectamente sin pérdida alguna.
La carretera sale del aeropuerto de Bérgamo y llega a Venecia, es una autovía de tres carriles en cada sentido con un tráfico impresionante, el firme esta en muy buen estado y si pones el limitador del Fiat Punto a 130 Km. se hace en unas dos horas. El tráfico es muy denso (como la entrada a Madrid por la A6 cuando estás llegando pero así prácticamente los 200 kilómetros. El truco es ponerte en el carril del medio y darle caña, sólo salirte hacia el de la izquierda para adelantar y volver al carril central, nunca ponerte en el de la derecha porque va repleto de camiones e intentar anticipar las maniobras, sobre todo cuando ves que un camión se pasa al centro para adelantar.
Como es Autopista hay que pagar a la Societá delle Autostrade di Venecia e Padova, es decir que hay que pagar el peaje. Ida 10’30 €.http://www.autovepd.it/ (tiene camaras para ver el tráfico).
El día fue espléndido pero llegas ya de noche a Venecia porque cuando quieres salir del aeropuerto eran las 18’30 horas.
El paisaje es bonito, las ciudades no se ven porque la autopista las bordea (Verona, Papua) y el lago de Gharda tampoco lo ves.
Sin parar el coche tomamos unos emparedados, o sea sándwichs, galletas rellenas y agua que llevábamos en el equipaje de mano desde Valladolid.
Como el coche te lo dan a tope de gasolina no tuvimos que parar.
El hotel era el Elite Hotel Residence http://www.elitehotel.it/, no estaba en la propia Venecia, estaba en Mestre que es la ciudad dormitorio de Venecia. El Hotel estaba en Vía Forte Marghera 119, se llega muy bien con el coche y tiene un aparcamiento exterior cerrado por una vallita con las plazas delimitadas por marcas. Ese aparcamiento es gratuito y el coche queda prácticamente a la vista de la recepción. El pago lo hicimos el día de la salida con tarjeta Mastercard (Euro6000 de Caja Duero).
La habitación era para los cuatro, el coste de las cuatro noches fue de 560 € con el desayuno buffet incluido.
El baño estaba bastante bien. Había una cocina por la que tenías que pagar 40 € si la utilizabas. Tenía microondas donde podías calentar lo que fuera sin tener que pagar los dichosos 40 euros. Tenía televisión con canales italianos.

Es una iglesia grande con cuadros de Tintoretto, con un campanile (campanario) igual de grande que el de San Marcos pero sin colas y por la mitad de precio (subes en el ascensor con el ascensorista dentro sentado en una silla). Las vistas son magníficas, se ve la plaza de San Marcos, y el resto de Venezia, la Isla del Lido, etc. En resumen la mejor alternativa al campanario de la plaza de San Marcos, sus colas y su precio (el

doble).
Desde la Iglesia coges otra vez el Vaporetto hasta la plaza de San Marcos.
Nos dimos una vuelta por los soportales, estuvimos viendo el espectáculo de las palomas, vimos los cafés prohibitivos, la fachada del Ayuntamiento, etc.
Desde allí, mapa en mano (mapa que pedimos en España a la entidad de turismo de Italia en España por correo electrónico) y guía (que cogimos prestada en la biblioteca) nos zambullimos a callejear por la calle Mercerie, que sale detrás del Ayuntamiento, y luego a las calles estrechas pararelas y verticales a la Calle Larga S. Marco, todas ellas llenas de tiendas con máscaras, cristal de murano, antigüedades, etc., también restaurantes y puestos de comida rápida.
Nos encontramos con dos actores españoles (Ramón Langa y otro) y no les dijimos ni “mu”, que para internacionales nosotros. Por cierto nos los encontramos dos veces en una hora y media porque de tanto callejear acabas volviendo al mismo sitio.
Luego nos fuimos desviando hacia la derecha hasta llegar a un canal más ancho que continuamos orillando de vuelta hacia la plaza de San Marcos, llegamos al Campo SS Fil. e Giacomo y allí comimos en la Trattoria Alla Rivetta. Estaba llena, las mesas son pequeñas, el servicio rápido. Pedimos pasta para los niños, dos entrantes, hígado a la veneciana con polenta para mi esposa y calabacín relleno para mi, y luego un postre, vino y agua, en total 75 euros. Se comía bien y cosas típicas de Venezia, pero ojo, porque he visto un post de unos españoles a los que al parecer les estafaron.

De vuelta a la plaza de San Marcos, cogimos un Vaporetto hasta el medio del gran canal, margen izquierda, a pasear por el sestriere de Dorsoduro, vimos iglesias, nos tomamos un café y un chocolate en la terraza de una cafetería de la plaza Campo Santa Margherita y vuelta a pasear hacia San Polo, después volvimos a coger un Vaporetto a la plaza de San Marcos y nos dimos un paseo por la Riva degli Schiavoni.
Un poco antes de la hora de cenar italiana, que es entre las siete y las nueve, volvimos a coger un Vaporetto hasta el Dorsoduro, paseamos por el Zattere

y en un puesto de loterías echamos un Superenalotto por un Euro y como a veces pasa nos tocó. Nos tocó volver a echar cuando volvamos porque no acertamos ni un número. Eso sí, merece la pena echarlo porque para comprobar si te ha tocado entras en la página web, tecleas tu número de boleto y te dice personalizadamente si te tocó o no.
http://www.superenalotto.com/Empezó a lloviznar y entramos a cenar en el restaurante que yo había elegido en España por Internet.

Si, buscando con el google maps un sitio para cenar en Mestre (la ciudad que está al otro lado de la laguna, donde nosotros dormíamos) encontré una cadena de pizzerías que tenían tres sucursales en Venecia y una en Mestre. La cadena se llama La Oca, es decir “ae oche” en italiano
http://aeoche.it/ y la experiencia fue muy buena. El local tenía bastante gente, italianos sobre todo, la decoración estaba bastante bien, mesas de madera en distintos niveles en un espacio que imita una nave industrial o algo similar.
¿Y de comer?
6 € por el coperti de los cuatro.
6’90 € por la pizza Ae Oche, 6’90 por la pizza Biancarosa, 5’50 por la pizza Prosciutto (con jamón serrano o algo similar y nata (panna)), y por el agua de 75 cl 2’30 más 3,31 por el servicio, total 30’91 € por los cuatro. Las pizzas buenísimas pero quizá demasiado grandes, con las tres pizzas comimos los cuatro y encima nos sobró. Al final el restaurante se puso de bote en bote (20’32 horas pone la factura) porque van a cenar mucho los propios italianos.
Después de cenar cogimos otro Vaporetto que nos llevó a la Plaza de España pasando por San Marcos, eso sí, no tuvimos la precaución de bajarnos en San Marcos y coger uno de los que van más directos con menos paradas. Este paraba en todos los sitios y nos metimos tres cuartos de hora de vaporetto, luego el autobús que en un suspiro nos dejó a un paso del hotel y a dormir.
DIA 3 VENEZIA
Desayunamos muy bien en el Hotel y volvimos a coger el autobús, una hora antes que el día anterior.

Llegamos a la Piazza de Spagna y esta vez cogimos el Vaporetto hasta el puente de los suspiros, nos hicimos las típicas fotos.

Después nos acercamos al Mercado del Pescado y el de las Frutas y las Verduras que está a un paso. Merece la pena ver los puestos, son muy coloridos y pintorescos, y aparte de los turistas están los propios venecianos comprando. También nos tomamos un vinito en una de las tasquitas cercanas y nos tomamos una especie de tapa. Me parece que no fue muy caro pero no apunté cuanto fue.

Después montamos en un Traghetto que nos cruzó de una orilla a otra del canal, el Traguetto es una góndola sin asientos que cuesta sólo 0’50 euros y que nos quitó el mono de las otras que te cascan 100 euros por pareja con niños.
Del otro lado del canal, enfrente del mercado está un palacio muy bonito que se puede visitar pagando y a diferencia de otros viajes este no entramos en ningún monumento o museo en el que hubiera que pagar.
Por la calle adyacente al palacio (la que esta al lado, para entendernos) se llega a una calle bastante comercial y animada que para un lado te lleva a Cannaregio y por la otra te devuelve al puente de los suspiros (el de que todos conocemos de Venecia). Allí en una tienda Segio Tacchini compramos un jersey de punto de ¡Sorpresa!, Sergio Tacchini por 32’45 € muy bonito. (tienda Sergio Tacchini Beat Generation, Cannaregio 3942).
Ojo al dato, en Venezia los números no se ponen por calles sino por barrios por lo que te encuentras números como el que os acabo de indicar e incluso más altos.

Estuvimos callejeando por allí, entramos en alguna iglesia gratuita, descubrimos puentecitos y rincones preciosos (aunque seas un gañan los encuentras porque hay a patadas) y nos tomamos un vinito y unas tapas en un bar que estaba en dirección a San Marcos desde el puente de los suspiros, lo curioso es que en la calle había otros dos o tres bares del mismo estilo, que servían vino en copas y tenían raciones y tapas para comer.

Cuando el hambre apretó un poco más nos paramos en el primero que nos pareció un poco más decente, se llamaba Taverna l’Olandese Volante, Barrio Castello, San Gio 5.658, abierto de 10 a 24 horas. Era una Taverna Pub, que tan pronto la gente se tomaba algo como comía.
Nos tomamos 1 Piatto Panini (un plato con tres bocadillos bastante curiosos) por 18’00 euros, Otro Panini distinto por 3’70 y un Piatto del día por 7 € (no me acuerdo ni de lo que era), además otros dos panini pequeños a 1’30 cada uno. Los cubiertos los pagamos a 1’10 y yo tomé un Spritz de aperitivo (1’80 €) de Aperol, que es el más dulce, una Lattina a 3’20 (no me pregunteis que es que no me acuerdo, no se si es un postre o una bebida, aunque como en la factura no veo más bebidas supongo que es una bebida) por último me tomé un café de 2’20 €. En total 42’90 € por los cuatro. Comer comimos y el sitio no estaba del todo mal, nos pasamos un buen rato y el Spritz era barato. Recomendarlo no lo recomiendo pero tampoco es para ponerlo a caer de un burro.
El Spritz yo no lo había probado en mi vida pero leí un artículo sobre Padua y el Spritz y después de probarlo puedo decir que lo he incorporado a mi repertorio de rarezas y manías (es una especie de Vermouth que pude ser Aperol (más dulce) o Campari (más amargo) con agua de seltz o soda y no se que más tendrá, con una rodajita de naranja, está bueno, la verdad).
Después de comer nos fuimos paseando hacia Campo S. Marguerita donde compramos algo en el Chiosco Edicola en Giuseppe Mazzarolo que nos costó 2’40 €. Eso si no me preguntéis que era porque no tengo ni idea.
Ese mismo día compramos en el Sestriere di Castello 5630 en Giulia’s regalos y cosas similares pro valor de 40 € (collares, anillos, broches y sus colgantes, todos de cristal de murano).

Llegamos hasta San Marcos pasando por las tiendas de lujo de Prada, Dolce 6 Gabanna, etc. y los negritos en la puerta vendiendo imitaciones y llamando a mi esposa, ¡María! Ven compramos unos bolsos. (que adivinos, acertaron el nombre, aunque es fácil, el 60% de las españolas se llaman María…)
Paseamos también por San Polo y compramos algo por 12’40 € en la Profumeria Zanon, visitamos varias iglesias gratuitas, nos tomamos un café en una terraza enfrente de la opera, estuvimos en la sede del festival de Venecia, con su alfombra roja y todo (que por cierto se celebra precisamente en esa semana y en los periódicos gratuitos todos los días hablaban de ella. El italiano casi se entiende cuando lo lees, o al menos eso creo, porque a saber lo que yo entendí y lo que los periódicos dirían).

Para que nos diera tiempo a todo esto y no acabáramos reventados utilizamos nuestro magnífico billete de 48 horas del transporte para cambiarnos de lado del canal cuantas veces lo necesitamos porque puentes hay tres y cada uno esta a tomar por saco del otro (en línea recta a lo mejor no es mucho pero al tener que ir callejeando buscando las vueltas se hace mucho más largo).
Por último cogimos el Vaporetto que vuelve más directo de San Marcos a la Piazza de Spagna y nos bajamos en Cannaregio (no me acuerdo de la parada) para ir a cenar otra vez a otra Pizzería Ae Oche que está en Santa Lucía, Cannaregio 158/A. Al lado había un Breck o Beck o algo similar que es una cadena de comida barata pero finalmente decidimos repetir.
Esta vez pagamos los 6 € del coperti, una Insalata N II-12-13-14 por 7’90, unos Spaghetti Alla Carbonara por 6’50 € y una Apetitosa por 6’90 €, más 2’30 por el agua de 0’75 y 3.55 por el servicio. En total 33’15 € y otra vez como el día anterior, todo estaba muy bueno y abundante, otra vez con tres platos cenamos los cuatro y nos sobró.
Este día acabamos de cenar a las 21’50 horas y comprobamos una verdad como un templo. Que en Venecia a partir de las 21 horas no queda ni cristo. Es como una ciudad fantasma, sólo hay gente en San Marcos y en la plaza de Spagna mientras coges el autobús, el resto desierto o semidesértico. (me imagino un paseo por las calles estrechas de Castello o de Dorsoduro o San Polo a esas horas, de romántico nada, más bien algo de yuyu).
Al día siguiente nos tocaba otra cosa porque ni el Lido nos parecía interesante ni ir a Murano, porque el cristal estaba por todas partes y en algunos sitios lo hacían en directo y lo veías desde el escaparate sin necesidad de ir a la isla. En fin para gustos están los colores.
DIA 4 PADUA Y VICENZA
Tras el desayuno y con la ayuda del Tom Tom Mobile del móvil (entre mi facilidad para perderse y lo complicadillo, sin el no habría sabido salir) pusimos dirección a Padúa o Padova que está en la misma súper autopista que te lleva a Bérgamo y Milán. Pagamos 1’70 € por el peaje de Mestre a Padova Este.
Aparcamos en un parking público al aire libre pero cerrado en el que cuando vas a salir tienes que poner el número de matrícula, te enseña una foto y si es tu coche, pagas y ya puedes ir a por el coche para salir, al acercarte te identifican y se abre la valla sin que tengas que poner el ticket. (curioso, la verdad).

La ciudad es pequeña y en una mañana se puede visitar sin agobiarte. Merece la pena ver el café que hay en la calle principal, a mano derecha, cuna de la Italia moderna, del resurgimento. Café ………
Pero nosotros no lo vimos más que por fuera, en lugar de eso fuimos al mercado del palacio de la razón (palazo de la raggione) donde ponen un mercadillo

y a la Piazza de la Fruta donde en el Antico Forno Vecchiato
http://www.anticofornovecchiato.it/ compramos trozos de bizcocho y pizzette. De todas formas hay que elegir porque tienen más de 55 tipos de pan, tortas al corte de 15 gustos, pastas de 20 gustos, biscoteria regional de 15 gustos, pizzas, pizzetes, salatinis, calzones, etc., etc., etc.,

Estuvimos viendo también el Duomo, que es un poco feo, nos tomamos un spritz en las terrazas que dan al Duomo y luego fuimos a ver la Basílica de San Antonio de Padua,
http://www.basilicadelsanto.org/ que aparte de ser también gratuita es grandísima y muy bonita, con un claustro precioso.

Vimos la capilla del Beato, la tumba del Santo, las reliquias del Santo (Ojo, dan un poco de asquito si lo piensas (la lengua o el paladar)), yo me atreví a recibir las bendiciones que impartía un sacerdote en italiano de forma individualizada en una pequeña capilla, rellenamos unos cupones para que nos enviasen la revista el Mensajero, vimos las ofrendas que hacen los fieles, etc.
En fin, no somos practicantes, pero como casi todos los españoles nos definimos como católicos y en un sitio de estos te embarga un poquito la espiritualidad.
Bueno en Padua comimos en la calle que la cruza y pasa por el café anteriormente citado, es decir en la calle principal pero ya cuando pasas la zona más monumental y comercial. Se llama el Otium Café Food and Beverage, Vía Roma 69,.
Por el Coperto pagamos 4 €, el Agua de litro y medio 2’50, pizza de prosciutto y fungí 6, Lasagne de Ragú 4’50, Spaghetti 4’50, Garganelli 4’50 y fanta piccola 2’40. En total 28’40 €. No era un lujo pero comimos bien.
Claro, si comes como en España con postre y café la broma se dispara en todos los sitios pero donde fueres haz lo que vieres. El postre un helado a media tarde y el café cuando paras a reposar los pies.
Volvimos a coger el coche nos incorporamos a la super autopista y fuimos a Vicenza, Peaje 1’30 €.
Vicenza es muy pequeñita, en dos horas como mucho se ve toda.

La visita es cruzar su calle principal de un lado al otro de la ciudad, a los lados están todos los palacios, a uno de los lados la iglesia impresionante por su torre

y al final los restos de la muralla medieval muy bien conservados con torre y todo

. La calle es comercial cien por cien y muy animada y la arquitectura merece la pena, es obra de Palladio, un arquitecto que diseñó la mayoría de los palacios y monumentos, entre ellos la famosa Basílica Palladiana.
También se pueden visitar otra serie de obras de Palladio, de las que podéis hallar imágenes en
http://www.eviajado.com/general/el-sueno-de-andrea-palladio-en-vicenza.html pero este viaje no estaba previsto que fuéramos a pagar ni un solo euro por ver monumentos así que los vimos todos desde el exterior.
Nos tomamos unos helados en una terraza a mano derecha según subes calle arriba hacia la muralla medieval.
Después de ver Vicenza volvímos a coger la Autopista de vuelta a Mestre.
Echamos 37’20 € de gasolina a las 19’50 horas en Distributore AGIP Arino Sud, (supergasolinera) y a las 20’02 salíamos de la autopista en Venezia Mestre después de haber pagado 3’20 e de peaje entre Vicenza y Mestre.
Llegábamos bastante fundidos porque los tres días de paliza ya se notaban, aparcamos el coche, nos pusimos el pijama y decidimos cenar en el hotel, bajé a recepción, con el vaquero y una chaqueta por encima y preguntamos si podía decirnos alguna pizzería que sirviera al hotel, nos dio dos folletos y nos dijo que cualquiera de las dos eran buenas.
Llamé a la Pizzería Ai Sapori S.N.C. de Vía Roma 13, Mestre, Tel 041/5318856 y pedimos una pizza de jamón, queso y tomate por 6’90 con tomate natural y una pizza calzone de bacon y atún (me parece recordar) por 7’40 € que nos subió directamente a la habitación el de las pizzas. Estaban calientes y la salsa de tomate de la calzone te la dan en un recipiente de albal. Comimos los dos niños y yo porque mi mujer de lo cansada que estaba no tenía ganas de cenar.
DIA 5 VENEZIA VALLADOLID VIA BERGAMO
Madrugamos, un café rápido de cafetera en la recepción, pagamos y autopista a Bérgamo (10’70 € de peaje), llegamos a las 9’14 horas a la salida de Bérgamo (salida 648), o sea que salimos a las 7 de Mestre (ya es de día, amanece pronto y anochece muy pronto). El Avión salía a las 12’15 horas y preferimos llegar con tiempo.
Cogimos la calle en dirección a Bérgamo ciudad y preguntamos por una gasolinera (el coche había que devolverlo lleno) nos indicaron una a la derecha de donde estabamos, rellenamos y el de la gasolinera, muy amable, nos indicó como ir al aeropuerto sin pérdida. Llegamos directamente al parking de los vehículos de alquiler donde había que devolver el coche. Lo devolvimos y el microbús nos llevó al aeropuerto propiamente dicho.
Desayunamos en el aeropuerto, clavada al canto, y vuelta a Valladolid.
Cuando llegamos a Valladolid mi suegro nos estaba esperando y fuimos a comer a la Bodega la Sorbona en Fuensaldaña, donde comimos 1 ensalada 5 €, dos de bacalao 26 €, un Rabo 12 €, 2 bistec para los niños 18 €, 2 (no entiendo lo que pone la factura) 12 €, 5 € por un café y un postre y 11 € por pan, agua, etc, total 89 € por los cinco y la comida normalita en cuanto a calidad y cantidad, toma para que nos quejemos del extranjero.